El almacenamiento correcto de los alimentos es fundamental para mantener su frescura, calidad y nutrientes intactos. Al guardar los alimentos de manera inadecuada, se corre el riesgo de que se descompongan y se produzca una proliferación de bacterias y otros contaminantes perjudiciales para la salud.
Esto puede reducir la vida útil de los alimentos y afectar negativamente sus características organolépticas y textura.
Por eso, es importante tomar medidas eficaces y seguras para almacenar los alimentos de manera adecuada, garantizando así el aprovechamiento máximo de sus nutrientes e incluso incrementando el aumento de alguno de ellos.
Por ejemplo, los arándanos congelados tienen mayor cantidad de antocianina (un tipo de antioxidantes) que los frescos, simplemente porque el proceso de congelado ocasiona cierta perdida de líquido (Lohachoompol et al., 2004)

Tabla 1: Contenido de antocianina de las muestras de arándanos
A continuación, se describirán algunos de los puntos clave a tener en cuenta para mantener los nutrientes de nuestros alimentos en el mejor estado posible:
Índice de Contenidos
Tener una refrigeración correcta
Asegurarse de almacenar los alimentos de manera correcta, es crucial identificar las condiciones ideales para cada tipo de alimento.
Cada alimento tiene requerimientos únicos en cuanto a temperatura, humedad y luz, y conocerlos es fundamental para mantener su frescura y conservación.
Por ejemplo, las frutas y verduras necesitan temperaturas frescas y una humedad moderada para preservar su textura y sabor, mientras que la carne y el pescado requieren temperaturas más frías para evitar la descomposición.

Imagen 1: organización de alimento en el refrigerador
Para prevenir la contaminación cruzada, es importante guardar los alimentos de forma separada y mantener una temperatura constante en el refrigerador.
También es recomendable revisar los alimentos regularmente, para ver que no hay ninguno en mal estado que pueda contaminar a los alimentos de alrededor.
Por último, evita sobrecargar el refrigerador, ya que impedirás que haya una circulación adecuada del aire frío, lo cual puede causar temperaturas inconsistentes, acumulación de humedad y descomposición más rápida de los alimentos, lo que puede resultar en la pérdida de nutrientes.
Para evitar esto, es importante mantener un flujo adecuado de aire frío, empaquetar correctamente los alimentos, dejar suficiente espacio entre ellos y mantener el refrigerador limpio y organizado.
Almacena los alimentos en recipientes correctos
Es un aspecto crucial de la preservación de los nutrientes y la frescura de los alimentos. Ante todo, hay que tener en cuenta si el alimento, ya viene envasado o no, si el envase en el que viene se puede usar una vez abierto el producto o no y un largo etc.
Como recomendación, te voy a dar algunos puntos clave a tener en cuenta para escoger tu recipiente ideal:
Material del recipiente
Algunos materiales pueden interactuar con los alimentos y alterar sus nutrientes o sabores.
Los materiales más seguros, a grandes rasgos, para el almacenamiento de los alimentos son el vidrio, acero inoxidable y plástico BPA-libre (libres de bisfenol A)

Tamaño
Elige recipientes de tamaño adecuado para los alimentos que quieres almacenar y evita llenarlos demasiado para permitir una circulación adecuada de aire frío, a no ser que los vayas a envasar al vacío.
Buscar que el recipiente sea hermético
Los recipientes herméticos sellan los alimentos y evitan la entrada de aire, ya que el aire puede contribuir a la pérdida de nutrientes por reacciones de oxidación.
También son útiles para prevenir la contaminación cruzada entre los alimentos y evitar la entrada de olores y sabores indeseados.
Almacenar los alimentos de forma correcta
Cada tipo de alimento tiene sus propias necesidades de almacenamiento óptimo y es importante que las conozcas para mantener su frescura y nutrientes. Aquí hay algunos ejemplos:
- Frutas y verduras: son particularmente sensibles a la temperatura y la humedad, por lo que deben almacenarse en la sección de verduras del refrigerador (normalmente abajo del todo). Algunas frutas, como los tomates y los pepinos, se almacenan mejor a temperatura ambiente, pero también maduran más rápido que en refrigeración.
- Fuentes de proteínas: como la carne, el pescado y las aves, son sensibles a la temperatura y deben almacenarse en la sección de alimentos frescos del refrigerador, normalmente a media altura. Es importante envolver estos alimentos en papel de aluminio o en bolsas herméticas para evitar la contaminación cruzada.
- Granos, cereales y legumbres: el arroz, la pasta, las legumbres etc, deben almacenarse en recipientes herméticos en un lugar fresco y seco para preservar su frescura y nutrientes.
- Alimentos enlatados: deben almacenarse en un lugar fresco y seco y lejos de la luz directa del sol. Es importante revisar regularmente los alimentos enlatados para detectar cualquier signo de daño, hinchazón o pérdida en el sellado, ya que esto puede indicar una posible contaminación bacteriana como listeria monocytogenes.
Tener una congelación correcta
En el lineal del supermercado encontramos multitud de alimentos congelados. Son una fuente ideal de conservación, ya que preserva prácticamente la totalidad de los nutrientes, siempre que el proceso de descongelado se haga de una forma correcta (tienes un artículo en el que hablo de cómo descongelar correctamente los alimentos).
Si quieres congelar un alimento para aumentar la duración de su vida útil, te aconsejo llevar a cabo los siguientes puntos, para evitar pérdidas nutricionales y de textura:
- Envuelve los alimentos correctamente: en papel de aluminio o en bolsas para congelación antes de congelarlos, ayudará a evitar la exposición a la luz y al aire.
- Congela los alimentos frescos y cocinados lo antes posible: congela justo después de la compra o de su preparación culinaria. Ayudará a preservar mejor sus nutrientes y frescura.
- Haz porciones pequeñas: de esta manera solo tendrás que descongelar la cantidad que necesitas, sin tener que descongelar todo el paquete.
- Etiqueta los alimentos con la fecha de congelación: para saber cuánto tiempo llevan congelados y para evitar descongelar y volver a congelar alimentos.
Resumen general
Los procesos de almacenamiento para la preservación de los nutrientes, sabores y texturas, es muy característico de cada alimento y del uso que se le vaya a dar.
Ante todo, hay que tener en cuenta que todos los alimentos se descomponen tarde o temprano y está en nuestra mano utilizar las herramientas necesarias para mantener todas sus propiedades.
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Bibliografía
- Armendariz, Jose Luis. (2020) Procesos de preelaboración y conservación en cocina 2.ª edición. Ediciones Paraninfo, S.A
- Lesur, Luis. (2011). Manual de Conservacion de Alimentos. Editorial trillas sa de cv
- Lohachoompol, V., Srzednicki, G., & Craske, J. (2004). The Change of Total Anthocyanins in Blueberries and Their Antioxidant Effect After Drying and Freezing. Journal of biomedicine & biotechnology, 2004(5), 248–252. https://doi.org/10.1155/S1110724304406123